jueves, 31 de julio de 2014

“¿Y qué es lo que importa?”

El ritmo de vida actual en la que la mayoría de las noticias nacionales son negativas y nos afectan directa o indirectamente y me pone a pensar en qué es lo que a uno le importa de verdad y creo que el problema no es tanto la falta de interés sobre las cosas, sino que las cosas a las que uno le dedica tiempo y esfuerzo sean verdaderamente valiosas y puedan ayudar a fomentar o completar el desarrollo individual y sean de constructivismo colectivo.

Parece ser que lo más importante ahora es el “culto a la apariencia” a todo lo que representa sus formas inmediatas y supuestos éxitos momentáneos: Un sueldo alto, un auto nuevo, ropa cara, viajes en al extranjero y todo ese tipo de bienes que se pueden presumir en facebook o mediante “selfies”; el asunto es que nadie tiene la mínima disposición ni la vocación por el sacrificio hacia los demás si no obtiene nada a cambio por hacerlo. Ya casi se extingue el voluntariado. Es como cuando antes, algún flojo con tal de desayunar gratis, donaba sangre para que le dieran de desayunar y hasta dinero en el banco de sangre, sin importarle si corría o hacía correr un riesgo por los utensilios o sangre contaminada; muy pocos nos detenemos a rescatar un perro o un gato en una avenida; a ayudarle a cruzar a un anciano la calle, a ayudar a un vecino que necesite algo, a donar algo para quien lo necesite de verdad, a otros hasta les cuesta trabajo “compartir” la información que alguien necesita que se difunda desde la venta de un bien que tiene la urgencia de vender, la búsqueda de una persona perdida o hasta la denuncia anónima de algún delincuente para evitar ser otra víctima o estádística.

No. Ahora parece que todo el mundo quiere algo a cambio: Dinero o atención. Ser el centro de atención es el alma de la actuación de fingir ser algo que no se es, de recibir el reconocimiento falso o de envidiar las fachadas de las personas o también querer que se nos adore la propia: No importa si te endeudas por años y pagas por algo el triple pero parece que tienes que presumirle a los demás que tienes algún bien nuevo, que viajaste y te paseaste a donde muchos quieren viajar o vivir (que no necesariamente quiere decir que en realidad conociste ése lugar, sus costumbres, su gente, su cultura local, su forma de vida, su alimentación, sus alrededores, su gastronomía, su arquitectura, sus artes, sus aportaciones al mundo, en fin, tanto de su historia…); hoy día parece que es más importante en la vida tener una lata de coca-cola con su nombre y presumirla a todos que conseguir a base de esfuerzo algún logro personal que satisfaga a uno mismo únicamente y sin sufrir la necesidad de hacerlo público; tiene más valor el tener una foto con alguna actriz, deportista o músico muy famoso que con algún escritor, voluntario o científico sin que tenga que ser necesariamente reconocido públicamente; lo que prueba cuáles son los intereses (o límites intelectuales) de cada uno. En resumidas cuentas: La necesidad de sobresalir a base de lo falso.

El punto clave es que se busca y se hace todo lo posible por tener logros a corto plazo que son logros de corta duración y mínima importancia real: Nadie quiere sacrificarse lo necesario por nada; quieren el éxito inmediato, las luces y los aplausos para ellos mismos, el dinero rápido y fácil con el menor esfuerzo y el menor desgaste mental posible porque el “culto a la apariencia” tiene como deidad principal al dinero y con el dinero se pueden encontentar los ojos de las personas cercanas para generar falsas admiraciones o presumir falsas grandezas y poderes que generan envidias (dependiendo de lo pedante de la persona).

¿Qué es lo que realmente importa?, hoy en México pisotean (de nuevo) los derechos y conquistas de luchas sociales pasadas y a nadie parece inmutarle en lo más mínimo, se rebatan violenta e injustamente y malbaratan recursos naturales y a nadie le importa; se incrementan los índices de desempleo, de criminalidad, de falta de oportunidades y de educación y a nadie le molesta; se sube el precio por la gasolina, por el gas, por el costo de los productos de la canasta básica, hasta por los bienes de lujo y nadie siquiera expresa una muestra de descontento que pase de una “estado de facebook” a la acción verdadera que genere más movimiento... A otros les va peor: Se medio organizan, marchan e intentan luchar por el beneficio de muchos e inmediatamente los linchamos en las redes sociales y descalificamos sus luchas poniéndolos a todos, sin conocerlos, los clasificamos y señalamos de buscadores profesionales de huesos en el gobierno, o lo que es lo mismo: Somos una sociedad creyente en milagros de vírgenes y santos que nunca hemos visto pero igualmente escépticos cuando alguien (real) intenta ser un luchador social o somos incrédulos cuando alguien no busca nada a cambio e intolerantes con quien es y se muestra diferente porque creemos que busca algo a cambio o porque siempre hemos tenido la experiencia que algo así tiene que costarnos.

Y ya ni se diga de lo que pasa afuera del país; Problemas sociales y laborales en toda Latinoamérica, problemas militares y religiosos en el Oriente Medio, problemas de migración, de violación masiva de Derechos Humanos, de hambre y epidemias, de terrorismo, economía internacional y política exterior. Pero nada importa, nada. Nada hace que nos indignemos, creemos que nada de eso nos toca y (tal vez) eso pasa porque como no somos víctimas directas de un suceso similar pues no nos preocupamos en lo más mínimo y pareciera que si estamos expuestos a algún hecho así, rogamos por no ser ni víctimas ni testigos porque “sentimos feo y no queremos ver”, pero nunca hacemos nada.

Para terminar y reflexionar, una frase del ahora “inhabilitado” (si se puede llamar así) Subcomandante Insurgente Marcos del EZLN citado hace un par de meses al dar un informe sobre el asesinato de un doctor y compañero Zapatista: “A ver si el que se entera se indigna…, y a ver si el que se indigna hace algo…”.

Es verdad, porque para indignarse ya hay bastantes, pero para hacer algo apenas están contados, entonces ¿qué luchas importan y qué importancia tiene la lucha?

1 comentario:

  1. Tienes una manera muy particular de hacerme #toing! ... Cuenta con una lectora cautiva ....

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