#graciaspornada

¿Habrá notado alguna cada vez que entrevistan a un deportista, casi en el 99% de los casos le agradece a Dios por el éxito obtenido?, ¿cómo que no lo ha notado?, ¿acaso no analiza lo que dice la figura pública del momento o #quechingadossevaaestarfijando?; ¿y cuando sale algún torero sano y salvo de una cornada o algún sobreviviente de algún tragedia, ha analizado las palabras del entrevistado?.

No faltara el ingenuo que crea que Dios ha de favorecer al ganador, al sobreviviente, al consentido de la televisión o a los Estados Unidos porque son los que siempre ganan los primeros lugares en los medalleros olímpicos o competencias internacionales en lugar de que ese mismo ingenuo se ponga a analizar que en ese país, detrás del deportista o del equipo existe toda una infraestructura de apoyo para deportistas, artistas, nuevos talentos, científicos, investigadores, doctores…, en su defecto, se lo están haciendo tonto con héroes prefabricados o simplemente es un “cagón” que no le tocó la bala perdida.

La pregunta aquí es ¿por qué Dios va a estar de tu lado si el competidor contrario o todos por igual tienen el mismo derecho a ganar?, (y no me vayas a salir que crees la pendejada de que quien ganó o salió ileso fue porque rezó más, le va al Dios bueno, tiene un ángel de la guarda, o alguna abuelita que todos los días reza por él, o que el Dios de los otros es el malo o el de los “infieles pecadores” ante tu Dios “fregón”, “que todo lo puede y que todo lo ve”, o que quien ganó es porque va más a la iglesia los domingos o su familia en las tribunas estaba con el culo en el asiento rezando con las manos juntas pidiendo por la gloria y al conseguirlo es todo un milagro).

¿Cuándo van a dejar los deportistas, quien consigue algún logro o la libra de algún mal, dejar de agradecer a alguien quien no bajó a competir por él; o a correr por él; nadar por él, estudiar, esforzarse, investigar, dedicarse, sacrificarse, cuidarse,, ir al doctor por él… o lo que sea por él cuando ni siquiera existe y porque “cree” que lo siente ya da por hecho su existencia? Tampoco mamen con su pendejada de que se le agradece porque él permite las condiciones para que se gane o salga uno librado como desde el hecho de que nos deje vivir para conseguirlo #nomamen ¿a poco los dinosaurios depredadores se levantaban por la mañana y se hincaban a rezarle a la virgencita dinosauria –que igual y también era  bien putona como la de los humanos- para que le ayudara a tener una buena cacería y les permitiera disfrutar la buena vida de la era bendita era mesozoica?, ¿verdad que se oye bien pendejo esto?, ¡pues así se escuchan ustedes cuando les pregunto una buena razón por la que creen y por la que rezan!. Entiendan una cosa: Si juegan, practican o hacen lo que sea y se lastiman o no, o les va bien o no, o tienen éxito o no, se curan o no, únicamente depende de su preparación física, mental, psicológica, académica o cualquier otro tipo de preparación y de las circunstancias en las que se desarrolla la prueba o competencia para salir libres de lesiones o errores ¿o por qué entonces hay jugadores #culeros que no se lesionan nunca y hasta lastiman a otros que no merecían que les rompieran las piernas en una entrada de fútbol, o por qué vive tanto #culero y mueren prácticamente héroes?, ¡Fácil!, ¡pues porque las cosas pasan con o sin manos santas de por medio!.

Dios no se pone la playera de tu equipo un día y le da un campeonato a tu equipo y luego otra y se olvida de ti y te da SIDA (y menos le va a los “Santos” de Nueva Orleans #noseaustedpendejo) ni puso a un portero bien pendejo como el Memo Ochoa para que le entren todos los goles, ni odia a los Vaqueros de Dallas y los castiga con Tony Romo, ni lo patrocina la Nike o Estados Unidos, ni odia al oriente medio, ni es un Yankee de ojos azules y cabello rubio como buen estereotipo anglosajón que le gusta cazar árabes (imagen copiada vilmente de Zeus, por supuesto). Lo único que pasa aquí es que ustedes mismos al anteponer algo o alguien, como lo hacen con su “Dios” al hacerlo responsable de lo conseguido, menosprecian su propio esfuerzo, su propia lucha y de nadie más, porque no se la creen de que pueden salir adelante o conseguir algo si no es con la “ayudadita” o el empujoncito santo –y me refiero al empujoncito de apoyo que le dan en la espalda, porque al que le dieron por las tripas ya se los cobra su iglesia como comisión bajo el nombre de “diezmo”-.

Dios no baja y le chinga al gimnasio por ti; ni a la más de una década por la que estudia un doctor con todo y su especialidad; ni acompaña a la chinga diaria de un jodido jornalero para darle de tragar a su familia aunque sea medio plato de arroz; ni está presente en el agua que bendice las ojivas de los proyectiles dirigidos desde Estados Unidos al medio oriente, ni en el sobreviviente de un retén falso de narcos, ni en la familia que mantiene a un estudiante o apoya a su familiar en una competencia deportiva, ni interviene en el análisis clínico si sales positivo de algún cáncer o embarazo no deseado, ni mucho menos está permitiendo que se mueran niños de hambre por toda África o centenares de cosas negativas que pasan todos los días; hay que entender que toda esa pendejada de Dios, sus supuestos representantes en la tierra y toda su teología es solo mentira para controlar a los pinches miedositos que le tienen miedo a la muerte y compran en vida cualquier pendejada que los haga sentir mejor y morir (con sonrisa llena y bolsos vacíos) convencidos por estúpidos que hablan de algo que nunca han visto y ni pueden comprobar pero que cobran y viven muy bien por hacerlo, pero lo más importante, para que no pienses, no razones, no dudes, no preguntes, no cuestiones, no dejes de obedecer, que no leas, que no investigues, que te den toda la comida mental –noticias, entretenimiento, cultura- ya masticada, modificada y como a ellos les conviene, que siempre estés controlado y dispuesto a comprar y hasta dar la vida y no dejes de ser un soldado, que no te salgas del corral, no dejes de agradecerle a alguien que no hizo nada más que tú y tu esfuerzo y sigas convencido y tragándote su mierda teológica y que el día que consigas algo, cualquier logro personal o colectivo como un campeonato, una medalla olímpica, un título profesional, o hasta el nacimiento de tu hijo sano le agradezcas como buen tontito (porque ya ves que con más de 7 mil millones de habitantes en el mundo, ha de ser todo un milagro que nazca otro más) y hagas lo que ellos quieran sin que tengan que estar detrás de ti checándote o siquiera viéndote porque ya te amaestraron toda tu vida; así que señor Don Dios #graciaspornada, porque con o sin ti las cosas pasan y se hacen; y lo que las hace pasar es la voluntad de las personas, la decisión, las ganas y la ambición de querer hacerlo.


Y como siempre digo, el problema no es Dios, sino su pinche club de fans.