“No piense, compre…”

A veces pienso que el consumismo del que somos todos hemos sido víctimas nos hace ser tan (pero tan) predecibles, que con tanta razón y lógica se puede uno explicar porque abusan de nuestra estupidez.

Hoy diez de mayo seguramente todo mundo va a poner la foto de su mamá en facebook o algún pensamiento de “cortar y pegar” y “dale –me gusta- y comparte si estas deacuerdo” (o lo que es lo mismo, nada originales, como siempre); pero bueno, por eso no gasta más que unos cuantos minutos y nada de dinero; pero me refiero más bien al caos que pasa este día en la ciudad.

La mayoría de nosotros tenemos todavía a nuestras mamás con nosotros; y les podemos decir cuánto las queremos con palabras o tarjetitas pedorras cualquier día; llevarlas a comer, al cine o a pasear cualquier día; comprarles flores, celulares, ropa, viajes, autos o joyería cualquier día; disfrutarlas, visitarlas (en vida o a su tumba) o llevarles mariachi o lo que se les ocurra cualquier día, pero no, nada de eso, ¿cómo creen, si somos bien predecibles?, por eso les encanta “hacerle a la mamada” y pagar por hasta por el triple el mero diez de mayo porque son bien imbéciles y creen que ese día es especial nada más porque alguien o todos lo dicen (y que porque si no lo hacen vayan a ser malos hijos o el círculo cercano de amigos y familiares –seguramente igual o peor de imbéciles- los vaya a ver con malos ojos).

Son de “esas” personitas que se les puede vender toda clase de espejitos a precios extraorbitantes y lo peor de todo, pagan lo que sea porque creen que lo valen o entre más pagan, mejores personas creen que son (y sin discriminar a nadie ¿eh?, nada más les platico lo divertido que es leerlos en redes sociales y verlos hacer tonterías); son de los que llevan el catorce de febrero a su novia/esposa a cenar, al hotel y le compran flores (cuando lo pueden hacer cualquier día y peor, cuando en todo el año ni la fuman…); los que compran juguetes o globos el 30 de abril para los niños (cuando lo pueden hacer cualquier día, o también para que se entretengan porque tampoco los fuman –y menos si hay fútbol-); los que apagan una hora las luces de su casa el día de la tierra (cuando pueden reciclar, separa la basura, cambiar a focos ahorradores, ahorrar agua y luz o cualquier cosa que aporte algo a la causa, cualquier día, pero ese día se sienten todos unos ecológicos activistas…); los que primero van a preguntar a esos tianguis que se ponen para navidad a reyes a fines de año y terminan haciendo sus compras el mero seis de enero en la madrugada pero pagando las cosas por el triple en comparación al precio que les dieron por ese mismo artículo el primer día que preguntaron en el mismo puesto… #bravoidiotas

Por eso el éxito comercial que tiene el inventar el día de lo que sea con tal de que siempre aparezca un estúpido con dinero en la mano para pagar por: El día del padre, el del abuelo, el del árbol, los buen fin, los black friday, el de la bicicleta, el del libro, las macro ventas, las ventas nocturnas y todo lo que permita una sociedad que parece zombie hacia todo tipo de fetiches y “ofertas” que de nada tienen ofertas y se crean el cuento de precios bajos o caen en la trampa de “porque mama/papa/niño/árbol lo vale”, ¿o a poco creen que a las grandes corporaciones les importa que “consienten” a mamá y se preocupan en vender artículos de calidad?. Como anécdota, alguna vez me platicó un primo, que si la peor pendejada que te puedas imaginar tiene precio, es porque hay pendejos que la compran.

De por si la publicidad es medio pendeja en México, como para que no se den cuenta el mensaje idiota que trae consigo.

Bueno y a todo esto, yo nada más les quería preguntar algo: ¿si se inventara el día de la caca, me compran las mías si les pongo un moño de regalo? #YaParenElMame