“¡Aquí seguimos de sus pendejos, ya saben!”

El día de hoy, llega por primera vez a México, el Papa Benedicto XVI y los gobiernos del estado de Guanajauato, lugar donde dará su “Santa Misa” y otras actividades idiotas; han echado la casa por la ventana, haciendo y deshaciendo cuanto preparativo y gasto se les ocurre para garantizar todo lo necesario para la comodidad y seguridad de los visitantes y de los asistentes, todo claro, con dinero del erario.

Como la sociedad no se sabe organizar porque está dividida y cada quien ve por sus intereses, realmente parar o poner un alto en serio a este tipo de abusos de quien le mete mano al dinero -y de paso se chinga una buena lana con gastos, empresas express y facturas infladas o inventadas-, pues sólo consigue que los funcionarios responsables, desde los más bajos hasta los más altos se caguen de risa de la gente, ya que esta sólo recurre o se quejará por twitter, facebook o con alguna marchita pedorra, ¡total, ya nos dimos cuenta que de todas formas no pasa nada y a nadie castigan y cuando se les ocurre castigarlo, se le dará el tiempo suficiente para que se esconda o huya del país –bravo idiotas-!

Es de verdad increíble como un evento de esta índole desvía recursos a los que el país tiene más urgencia por atender y que se supone que para eso están destinados. Falta dinero para todo: predominando lo más básico en nuestro país como alimento, educación, salud, buenas vías de comunicación y empleo, pero estos señores funcionarios se las gastan para chuparle las bolas y casi besar el suelo que pisa un viejo nazi que solo se presenta casualmente el año electoral para conocer, atender y decidir hasta donde pueda la situación y destino del gobierno y ver por los intereses que tiene “en el nombre de diosito” en el país, ¿y la gente que tienen que atender y que los puso ahí?; “¡Aquí seguimos de sus pendejos, ya saben!”

El problema no es si en pleno 2012 todavía la gente cree en la iglesia católica o en dios; no es un asunto de religión, es un asunto simple y sencillamente de que se están pasando de verga y mandan por ejemplo a hacer una vialidad nueva para llegar a donde se va a hacer la pendeja misa en lugar de darle de tragar o darle trabajo a la gente jodida del lugar y hacer que se levante económicamente para ser autosuficientes y encima de todo, como siempre, la pinche televisión aplaude y hace mil putas fanfarrias a estas pendejadas porque comparte y es experta en generar la idea de seguir idiotizando a la gente imbécil porque ganan millones de pesos.

Las pinches televisoras cubren hasta de qué color es la caca del viejo, como el súper reportaje sobre el fotógrafo oficial del Vaticano como si eso afectara o siquiera importara para la agenda nacional y como si no hubieran suficientes temas de información que demanden más atención mediática en el país; más y más cortinitas de humo para meternos gol en lo que estamos apendejados con lo irrelevante, con lo que no nos deja nada, con lo que nos nos va a dar de comer…, como si  nuestra portería no estuviera ya llena de tantos goles a los largo de tantas décadas bajo nombres como gasolinazos, menos derechos y prestaciones laborales, violaciones a derechos humanos, daños colaterales, salarios bastante mínimos, empleos mal pagados, inocentes presos, abusos de autoridad, poder adquisitivo cada vez más y más bajo, pésima educación, bajo nivel cultural, nula investigación, consumismo idiota, soberanía pisoteada y país rematado –si no es que regalado- a gabachos o a gachupines.

Creo que el Papa, así como cuando viene Barack Obama, la Sra. Clinton, Primeros Ministros, Secretarios de Seguridad, o el que sea de otros países, y bajan del avión saludando y tan sonrientes, han de pensar “… pobres pendejos, ni puta idea tienen a lo que en realidad vengo a hacer que es chingármelos e imponer nuestra voluntad pero ahí están bien ingenuos y felices regresándome el saludo creyéndose que nos importan y tenemos buenas intenciones con ellos, y velos ahí, persignándose y dando gracias al cielo cuando no se dan cuenta que por eso están –y estarán- jodidos y sometidos a nuestro antojo por siglos…”.

Puede venir el Papa diez veces y en la diez le harán todas las caravanas con la lana del país, ¿y la gente?, ¡pues aquí estamos de sus pendejos, ya saben?, ¡total el hambre, la educación, la salud, el empleo, el campo y cualquier problema en nuestro país pueden esperar lo que ustedes gusten porque ya llegó el gerente general de dios!