miércoles, 29 de junio de 2011

“¡Bravo idiotas!”

El comportamiento de las personas siempre va a sorprendernos, entretenernos o extrañarnos cuando no estamos acostumbrados a presenciarlo o a vivirlo. Este tipo de experiencias siempre nos dejan marcados incluso cuando somos testigos de uno u otro tipo de comportamiento y en base a nuestra sorpresa es el nivel al que se nos queda grabado en la cabeza. Lo más chistoso es que cuando lo conocemos o nos es algo común pero es ventilado públicamente, de la nada nos hacemos los sorprendidos, indignados o apenados ajenamente.
No es de extrañarse ni mucho menos de sorprenderse que los mexicanos en el extranjero siempre dan de qué hablar pero desgraciadamente por su penoso comportamiento, más cuando social o públicamente se espera algo distinto y ejemplar (aunque sea mínimamente de respeto a lo ajeno) pero termina siendo todo un escándalo de penita ajena a nivel internacional, o lo que es lo mismo: ¡Siempre cachan al pendejo mexicano de lo que todo mundo hace y es exhibido a nivel internacional avergonzando a todo lo que tenga que ver con su país!.

Cabe recordar que en eventos deportivos internacionales, llámense Juegos Olímpicos o torneos de fútbol (y no nos referimos a la vergüenza de los “cachirules” que nos dejara fuera del mundial de Italia 90), entre otras “puntadas”, nunca de los nunca falta el “pinche” mexicano que hizo alguna tarugada porque se le hizo fácil hacerse el cagadito en su borrachera o es una figura pública haciendo pendejadas. Recordemos cuando uno de nuestros connacionales aficionados en el mundial de Francia 98 se le ocurrió apagar a meados la famosa llama eterna que está debajo del Arco del Triunfo; o que al pendejete ese quien se dice comediante, Eugenio Derbez, lo arrestaron en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 porque estaba haciéndole al pendejo chistoso en el Partenón “o lo que es lo mismo: su trabajo de comediante teto, vacío, copión y simplón del que no dudo que te dé risa” y que incluso, estaba avisado de que ese recinto merece ser respetado como patrimonio cultural de la humanidad como para que pseudo comediantes haga estupideces cobijándose en la bandera de la libertad de expresión (#nomames) y situación en donde, como sea, se la peló y lo encerraron unas horas; o qué tal los servidores públicos que salen en fotografías o en videos, pavoneándose gracias a los impuestos o en su defecto, peleándose como verduleras en palcos de estadios internacionales en lugar de estar en México haciendo su trabajo como decía su agenda pública en esos momentos; o qué tal se ve Giovanni Dos Santos saliendo seguido en las fotografías hasta su pinche madre de antros al puro estilo de Lindsay Lohan, Paris Hilton o Britney Spears (nada más que él si con ropa interior).

El caso es que ahora, se repite el problema de los hijos pródigos de las televisoras: Los futbolistas seleccionados. Esos que representarán a México en la Copa América de la Conmebol; y que ya había ocurrido un caso similar en Monterrey en 2010 cuando disputaron un partido amistoso contra Colombia: Festejaron en el, metieron putas (nada del otro mundo), se les olvidó que dentro de los estándares de seguridad del hotel (en este caso el Presidente Intercontinental de Ecuador) se cuenta con cámaras donde se puede observar el ingreso y salida de los huéspedes, pero lo más importante, se nos olvida a nosotros como espectadores (o consumidores) que estos jóvenes y parte de su cuerpo técnico son estúpidos a niveles jocosos.

La situación no es para menos que dar risa: otra vez fotos de las pirujas entrando o saliendo del hotel acompañadas por el utilero, lo que dio como resultado que ocho jugadores fueran dados de baja de la competencia y de selección por seis meses (pero sin arriesgar el paso a los Juegos Olímpicos de Londres 2012, ¡que pinche casualidad!); que ahora los quieren rescatar de “honestos” sus entrenadores y directivos por aceptar lo que hicieron porque son “buenos muchachos” y que madurarán con esta experiencia (¡que chingona experiencia, ya quisiéramos todos aprender así teniendo ese tipo de maestras!); que según otros dos jugadores más se salvaron porque se pactó que fueran tapados o cubiertos por éstos ocho porque son casados y les armarían un pedotote más grande (como la vez de Monterrey a Salcido, quien también es casado, pero donde el pedo fue más allá porque su piruja traía cheto o medio kilito de más), llaves de cinco habitaciones junto con condones usados (¡obvio wey!, se cuidan, por eso son buenos muchachos) en el bote de la basura de la habitación de Jonathan Dos Santos (que ya no podremos verlo jugar junto con su hermano Giovanni, ¡una pena irreparable caray!, #nóteseelsarcasmo); directivos o dueños de clubes de fútbol mexicano que sin saber aún ni madres del asunto o las investigaciones, se ponen a defenderlos a capa y espada y luego –como siempre le pasa a Vergara por boca-floja- queda como pendejo ante todos y para acabarla de chingar, les robaron teléfonos o ipads y que gracias a la denuncia por el robo, se ventiló todo el chisme (¡bien pensado idiotas!).

Algo cagadísimo fue el asunto del utilero, fíjense nada más que imbécil el pobre: En los videos aparece llevando y trayendo el encargo (las putas) a los jugadores, lo regañan y regresan también a México y en cuanto llega, lo entrevistan los amarillistas y sensacionalistas medios deportivos (¡benditos sean esos “come-cuando-hay”!); al cuestionarle la razón del porqué él también fue dado de baja, al “tipazo” se le ocurre decir que él no sabía porqué y que estuvo trabajando hasta altas horas de la noche y que (repetía) no sabía de nada y que es casado (¡chingo a mi madre!, ¿pues qué tanto hará un chingado utilero de soccer hasta altas horas de la noche: lavar los uniformes a mano, planchar calcetas, ir a comprar vendajes y curitas, cocer los escudos en las camisetas a mano o más bien, igual y es bien difícil conseguir putas en Ecuador no?, y a todo esto ¿para qué chingados contesta que es casado sin que le pregunten?) y luego de responder con esta atinada joyita, el director Tena se da cuenta de que es un completo idiota y que siempre no fue buena idea permitirle contestar preguntas e interrumpe la entrevista y se lo lleva dispensándolo por ser un pinche utilero pendejo (pero casado, ¿eh?; igual y al darse cuenta de su idiotez, de menos lo pondrá en la próxima alineación mundialista).

No se trata de espantarse de lo que hacen (digo, todo mundo lo hace, solo que nadie lo anda gritando), pero repito, siempre son a los mexicanos a los que cachan haciendo pendejadas o aparecen en las fotos o que en este caso, por denunciar el robo de sus pertenencias, les salió el tiro por la culata (que conste que dije culata). Así que antes de comprarle loncheras, mochilas y cuadernos a los niños de sus héroes del balompié porque cree usted que son un ejemplo a seguir, piénselo dos veces, porque ejemplo de mínima inteligencia no lo son (a menos que sean monos super inteligentes y que medio juegan bien al fútbol, ¡a saber!) y lo peor de todo es que avergüenzan al país con uniformes oficiales.

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